Adentrarse en el mundo plástico y literario de Carlos Paredes Colin es muy apasionante, cautivador y es sumergirse en un mundo donde nada de lo que leemos se parece al mundo de los humanos, es más, a veces da la impresión de que estamos hablando con un híbrido o simplemente con una criatura que se quedó en el tiempo olvidado de aquella época en que existían los Dioses de los sumerios, es mágico leer el idioma Gor, es un idioma que habla con mucha fluidez en el que ha construido una semántica, color , formas y respiración para pronunciarlo y para gente alejada del mundo de las artes parecen simples garabatos de un personaje que no está en sus cabales, pero como él mismo dice: “Mi obra va dirigida a la próxima generación humana; la 5ta. evolución".

Este idioma es un idioma que dice fue hablado por los antiguos semidioses y los primeros 13 profetas de la gran Arquitectura que él llama Arquitectura Arosnica, se podría decir que lo tiene en su vocabulario como un idioma muerto, uno de esos idiomas que hoy nadie los puede traducir y de hecho al leer su idioma y mirar sus manuscritos uno siente que retrocede a tiempos anteriores al tiempo que conocemos, de igual forma en sus escritos en español hablan de tiempos fractales donde la razón numérica es no una razón de existencia si no una razón de pensamiento cuántico emocional donde el alma de un ser vivo o muerto sólo transita por la razón de aquel portador de su antigua voz.

Al ver sus manuscritos en Gor con simbología Acrosnica podemos ver destellos de tiempos pasados donde las entidades de pensamiento primario caminaban cerca del Sol de los ocultistas que invadían los mundos fractales de los primeros hijos de Oftalanif nombrado por él como el primer profeta de la cuántica tiempo.

La 5ª evolución es una revolución genético-espiritual que está dormida en la sangre de los humanos. Cada vez que nacemos en este tiempo fractal, nuestras esencias espirituales se reencuentran con sus esencias carno-numéricas para bailar la gran danza de las alucinaciones. llamados recuerdos temporales.

Como hijos perdidos de nuestras voces, caminamos entre la vigilancia de nuestra razón y la oportunidad de emigrar dentro de las tablas numéricas del Sol ascendente del profeta Oftalanif, quizás debamos ir nuevamente al encuentro de las razones que no existen fuera de la lógica animal , porque se preguntarán, simplemente como él dice: